Carta de satanas
“Te vi ayer cuando
comenzabas tus tareas diarias. Te levantaste
sin ni siquiera orar a tu “Dios”. En todo el día no
hiciste nada de oración; de hecho, ni recordaste
bendecir tus alimentos. Eres muy
desagradecido con tu Dios, y eso me gusta de ti.
También me agradaba la enorme flojera que
demuestras siempre en lo que se refiere a tu
crecimiento cristiano. Rara vez lees la Biblia y
cuando lo haces estás cansado. Oras muy poco
y muchas veces recitas palabras que no
meditas.
Por cualquier pretexto llegas tarde o faltas a tus
reuniones de formación. ¿qué decir de tus
quejas?, al cooperar en la evangelización o
diezmo. Todo eso es útil para mí. No puedo
describirte como me alegra que en todo éste
tiempo en que estás siguiendo a tu Dios, no
hayas cambiado tu manera de comportarte.
Tantos años, y sigues como al principio, crees
que no tienes nada que cambiar. Me encantas.
Recuerda que tú y yo hemos pasado muchos
años juntos, y aún te detesto. Es más, te odio
porque odio a tu Padre. Solamente te estoy
usando para molestarlo. Él me echa del Cielo y
yo voy a utilizarte mientras pueda para
vengarme de Él. Mira ignorante, tu eres tan
idiota que me has cedido tu existencia y yo voy
a hacer que vivas un verdadero infierno en vida.
Aún estaremos juntos doblemente, y esto
realmente va a dolerle a tu Dios. Con tu
cooperación voy a mostrar quien realmente es
el que gobierna tu vida. Con todos los
momentos rendidos que nos hemos pasado.
Hemos disfrutado juntos muchas películas XXX,
y ¿qué decir de las veces que hemos ido a los
“espectáculos artísticos en vivo?” Aquel día de
tu debilidad con aquella persona simpática, ¡que
bien nos la pasamos!. Pero más me agrada que
no te arrepientes, sino que reconoces que eres
joven y tienes derecho a gozar la vida, piensas
que solo eres cuerpo y no tienes un alma que
guardar para la eternidad. No hay duda: eres de
los míos.
Disfruto mucho los chistes colorados que dices,
y que escuchas. Te ríes por lo gracioso de ellos,
yo me río de ver a un hijo de Dios participando
en eso. El hecho es que ambos la pasamos
bien. La música, vulgar y de doble sentido que
escuchas me encanta. ¿Cómo sabes cuales
son los grupos que me gusta escuchar?
También disfruto mucho cuando difamas y te
revelas contra tu Dios. Me siento feliz cuando te
veo bailando y haciendo ese tipo de
movimientos que tanto fascinan, ¡cómo lo
disfruto! Ciertamente cuando vas y te diviertes
sanamente, me desilusionas, pero no hay
problema, siempre habrá otra oportunidad.
Hay veces que me haces servicios increíbles
cuando das malos ejemplos a los niños o
cuando les permites que se desvíen de su
inocencia, por medio de la televisión o cosas
por el estilo. Son tan perceptivos que fácilmente
imitan lo que ven. Te lo agradezco mucho. Lo
que más me agrada es que rara vez tengo que
tentarte, casi siempre caes por tu cuenta.
Buscas los momentos propicios, te expones a
situaciones peligrosas; buscas mis ambientes.
Si tuvieras algo de sesos cambiarías de
ambiente y compañías; recurrirías a la Iglesia y
entregarías realmente tu vida al que dices llamar
“tu Dios”, y aún vivir más el resto de tus años
bajo la guía del Espíritu Santo. No acostumbro
enviar este tipo de mensajes, pero eres tan
conformista espiritualmente que no creo que
vayas a cambiar.
No mal entiendas, aún te odio y no me interesas
en lo más mínimo. Si te busco es porque me
agrada tu manera de comportarte y hace quedar
en ridículo a Jesucristo.
Tu enemigo que te odia. Satanás, o como me
quieras llamar.